Cultivo Gerbera

cultivo gerberaDebido a la delicadeza de las gerberas necesitamos para poder cultivarlas suelos ligeros, sueltos y profundos, para que sus raíces se desarrollen libremente, ya que son gruesas. Son mejores los suelos con poca roca y que tengan buen contenido de materia orgánica fermentada.

Las necesidades de la gerbera en cuanto a la cantidad de luz y longitud del período de iluminación, se forman de acuerdo con las condiciones externas reinantes en el lugar de origen de la gerbera, que cambian durante un ciclo anual de crecimiento y desarrollo de estas plantas. La gerbera no muestra gran susceptibilidad a la longitud del día (es una planta fotoperiódicamente indiferente), o sea, florece tanto en períodos de luminosidad de días largos como cortos.

Sin embargo, la cantidad e intensidad de luz tiene gran importancia en el cultivo de la gerbera para poder producir un gran volumen de flores. Una falta de luz reducirá la emisión de brotes laterales y con ello un menor número de nuevas flores de gerbera. De igual forma, esta escasez de luz afectará a la calidad de los tallos florales que serán largos y débiles, además de tener flores de menos intensidad de color.

La frecuencia de riego durante el crecimiento de la gerbera es de dos o tres veces al día, para mantener el sustrato húmedo, aunque no encharcado, de lo contrario, la gerbera se pudrirá.

Cuando la gerbera está enraizada se deben espaciar los riegos además el agua debe verterse sobre la planta para evitar el sobrecalentamiento por los rayos solares.

Cuando la gerbera va creciendo se debe realizar el deshojado es una operación que influye en el comportamiento del cultivo notablemente. Este consiste en eliminar todas aquellas hojas envejecidas o partes de la planta que no dejan ventilar o impiden pasar la luz, las que podrían servir de asiento para parásitos o enfermedades.

El deshoje de la planta de gerbera se realiza durante la primavera al año aproximado de cultivo, debemos evitar que las hojas rocen con los botones florales y puedan provocar deformaciones en las flores y torceduras en los pedúnculos, con lo que se obtendrá un aumento en la floración y también en la producción de hojas de la gerbera.

Como la Gerbera es muy sensible a cualquier manipulación mecánica ya que puede provocar la rotura del sistema radicular, el deshojado se realizará con cuidado durante el primer desbotonado y una vez que los pedúnculos tengan más de 15 centímetros de largo, al principio se realizará de forma manual. A partir de los tres o cuatro meses, las labores culturales más usuales ya pueden ser menos cuidadosas ya que el sistema radicular de la gerbera estará mejor implantado.

En aquellas gerberas que continúan su floración durante el verano se hará un deshojado de repaso cada dos o tres meses, lo que permite evitar las plagas veraniegas. El deshojado final se realiza a fines del verano, durante el otoño e invierno se quitan las hojas rotas o secas.

El desarrollo de las gerberas depende de las condiciones del suelo y del clima. La cantidad de luz determina el color y diámetro. Las gerberas se desarrollan muy bien si se ubican a pleno sol, pero también en la semi-sombra. La temperatura incide en el crecimiento de las hojas, incluso puede adelantar la floración.

Si las gerberas son plantadas en macetas, estas deben de ser bastante altas para que la planta encuentre un suelo profundo para desarrollar su sistema radicular.

La plantación de la gerbera se recomienda a finales de mayo, comenzando a florecer a los tres meses. Durante la plantación de la gerbera, el cuello de la planta no debe enterrarse para evitar la incidencia de enfermedades.

Propagación de la Flor Gerbera

La propagación de las plantas de gerbera se obtiene por semilla, por multiplicación vegetativa y por cultivo in vitro.

A nivel comercial la multiplicación se hace por semillas, empleando un método complicado. A nivel familiar, la multiplicación se hace por propagación vegetativa.

La propagación de la gerbera por semilla se realiza para la mejora de esta planta, pero también se emplea para la obtención de cultivares de gerbera para maceta. Este método de propagación de la gerbera disminución del vigor en la autofecundación de esta especie por lo que hay que recurrir a retrocruzamientos entre individuos bastantes alejados genotípicamente para conseguir una gran cantidad de semilla y descendientes vigorosos.

La propagación vegetativa de la gerbera es el método más sencillo, pero comercialmente no se emplea por su baja tasa de propagación. Para ello se arranca la planta adulta de más de un año, podándose las raíces a una longitud de 10-12 cm, y seleccionando varias hojas adultas cuyos limbos se recortan dejando un tercio de ellas.

Posteriormente se divide el rizoma en pequeñas porciones que contendrán raíces y parte aérea. Estas porciones se desinfectarán con un caldo fungicida antes de su plantación y se colocan a continuación bajo mistsystem a 25 ºC o bajo pequeños túneles de polietileno y se toman para el esquejado los brotes que se desarrollen cuando tienen 2 a 3 hojas, los cuales se colocan en mesas de multiplicación a 25 ºC y HR del 80 %. Se obtienen entre 4 y 10 plantas por cada planta madre. El enraizamiento se efectúa a los 15-20 días.

La multiplicación in vitro de la gerbera es una micropropagación con la que se obtiene de una planta un gran número de plántulas anualmente frente a las menos de 100 que permiten obtener los métodos clásicos de propagación vegetativa. Se cultivan primero en tubos de ensayo y luego en frascos o cajas de polypropyleno, fragmentos de capítulos muy jóvenes o meristemas. Se obtienen plantas a los 3 ó 4 meses. El estado sanitario es excelente ya que están exentas de Phytophthora.